Desde que se puso en marcha esta
iniciativa-blog algunos de los firmantes nos han ido dejando. Ellos ya no están
aquí para constatar que caen las hojas del calendario de la eterna transición
hacia una nueva dictadura, esta vez con lo peor de cada casa: el rancio
franquismo y el neoliberalismo descarnado, sin que la justicia se apee del tren
del rentable pacto del olvido. La indignación de estas compañeras y compañeros
no se extinguió como sus vidas, su lucha y militancia pasó a engrosar las filas de la memoria colectiva y a llenar
el bote de resistencia, el de la digna rabia que exige sin dilación reparación.
A l@s compañer@s que como Txiki
son viento de libertad, a los que no lloramos si no que recordamos y
reivindicamos, como ejemplo de compromiso y combate por la defensa de los
derechos humanos y su amparo para todas
las víctimas del franquismo y las más ignoradas víctimas de la transición. A es@s compañer@s que levantaron el
puño contra la opresión, la censura y la tortura desde todas las trincheras del
frente antifascista no los olvidaremos. Como no lo hacemos en el caso de los
últimos fusilados del franquismo a quienes seguimos reivindicando como
luchadores contra la dictadura y por las libertades.
Por eso este 27 de septiembre
nuestro homenaje es para todas las víctimas, para todos los que dijeron no al
fascismo y para los que siguen haciéndolo hoy asumiendo consecuencias impropias
de cualquier estado democrático. Este nacional-estado en evidente déficit de
garantías para el desarrollo de las libertades individuales y colectivas, que
se escuda en una ley condenada internacionalmente por atentar contra los
principios de verdad, justicia y reparación, sigue negando sistemáticamente a
los que sí supieron estar a la altura de las circunstancias arriesgándolo y
dándolo todo. Las víctimas vencidas y condenadas eternamente en la causa del
general asesino. Los verdugos, la mayoría muertos con honores o en el anonimato
de sus culpas y otros vivos sabiéndose impunes y disfrutando de las prebendas
conseguidas. Es la consecuencia de la ley marcial del 77 que sigue poniendo
punto y final a las justas aspiraciones de los que nunca quisieron un Reino de
España inamovible en los Principios del Movimiento.
Pero como decía la canción
tenemos la cabeza dura los defensores de la memoria antifascista y estamos
dispuestos a seguir construyendo el puente de los derechos humanos por muchas
veces que lo derriben. Lo haremos los que tenemos aliento junto con quienes nos
alientan desde su recuerdo. Un puente hasta Buenos Aires. Seguiremos cruzando
el Atlántico en cientos de barquitos cuyas velas del papel de las querellas y
denuncias contra los crímenes del franquismo surcaran el océano empujados por
un vendaval de libertad, desobediente e insumiso, hacia el mejor de los puertos.
Ramón, Txiki, Xosé Humberto,
Angel, José Luis, no olvidamos, no perdonamos, luchamos.