27 DE SEPTIEMBRE DE 2014: EL PESO DE UN TIEMPO QUE NO PASA.

Desde que se puso en marcha esta iniciativa-blog algunos de los firmantes nos han ido dejando. Ellos ya no están aquí para constatar que caen las hojas del calendario de la eterna transición hacia una nueva dictadura, esta vez con lo peor de cada casa: el rancio franquismo y el neoliberalismo descarnado, sin que la justicia se apee del tren del rentable pacto del olvido. La indignación de estas compañeras y compañeros no se extinguió como sus vidas, su lucha y militancia  pasó a engrosar las filas de la memoria colectiva y a llenar el bote de resistencia, el de la digna rabia que exige sin dilación reparación.

A l@s compañer@s que como Txiki son viento de libertad, a los que no lloramos si no que recordamos y reivindicamos, como ejemplo de compromiso y combate por la defensa de los derechos humanos y su amparo para todas las víctimas del franquismo y las más ignoradas víctimas de la transición.  A es@s compañer@s que levantaron el puño contra la opresión, la censura y la tortura desde todas las trincheras del frente antifascista no los olvidaremos. Como no lo hacemos en el caso de los últimos fusilados del franquismo a quienes seguimos reivindicando como luchadores contra la dictadura y por las libertades.

Por eso este 27 de septiembre nuestro homenaje es para todas las víctimas, para todos los que dijeron no al fascismo y para los que siguen haciéndolo hoy asumiendo consecuencias impropias de cualquier estado democrático. Este nacional-estado en evidente déficit de garantías para el desarrollo de las libertades individuales y colectivas, que se escuda en una ley condenada internacionalmente por atentar contra los principios de verdad, justicia y reparación, sigue negando sistemáticamente a los que sí supieron estar a la altura de las circunstancias arriesgándolo y dándolo todo. Las víctimas vencidas y condenadas eternamente en la causa del general asesino. Los verdugos, la mayoría muertos con honores o en el anonimato de sus culpas y otros vivos sabiéndose impunes y disfrutando de las prebendas conseguidas. Es la consecuencia de la ley marcial del 77 que sigue poniendo punto y final a las justas aspiraciones de los que nunca quisieron un Reino de España inamovible en los Principios del Movimiento.

Pero como decía la canción tenemos la cabeza dura los defensores de la memoria antifascista y estamos dispuestos a seguir construyendo el puente de los derechos humanos por muchas veces que lo derriben. Lo haremos los que tenemos aliento junto con quienes nos alientan desde su recuerdo. Un puente hasta Buenos Aires. Seguiremos cruzando el Atlántico en cientos de barquitos cuyas velas del papel de las querellas y denuncias contra los crímenes del franquismo surcaran el océano empujados por un vendaval de libertad,  desobediente e insumiso, hacia el mejor de los puertos.


Ramón, Txiki, Xosé Humberto, Angel, José Luis, no olvidamos, no perdonamos, luchamos.